El universo es indiferente 👁
Cuando tenía 15 años, solía hacer planes cada fin de semana para salir con mi novia. A veces pasábamos juntos todo el fin de semana, otras solo el viernes o el sábado. Era muy bonito esperar con ansias ese momento durante toda la semana, contando los días para verla.
Por desgracia, no siempre salían las cosas como quería, y eso me afectaba mucho. Recuerdo especialmente un sábado en el que habíamos planeado salir de paseo. Ese día, después de entrenar, regresaría a casa alrededor de las 3 de la tarde. Sin embargo, desde las 2 P.M. comenzó a caer un verdadero “diluvio” que no se detuvo hasta la noche. Me mojé muchísimo mientras iba rumbo a la estación de transporte público y llegué empapado a casa. Lo primero que hice fue revisar el teléfono para ver si ella me había escrito. La lluvia seguía y estaba claro que no íbamos a poder salir. Yo había preparado un pequeño picnic para pasar la tarde juntos y disfrutar de su compañía, pero todo se había arruinado.
Lloré mucho esa tarde. En mi cabeza solo repetía: “No se vale.” Estaba muy enojado. Más tarde, logramos vernos al menos por un rato, pero después de todo el drama interno que había tenido, ya nada se sentía igual.
Ese día fue solo uno de tantos en los que las cosas no salieron como yo quería, y en aquel entonces, cada pequeño error en mi “planeación” me arruinaba todo. Ahora, con el tiempo, recuerdo con cariño esos berrinches de adolescente y me río. La vida es así y no va a cambiar, ¿para qué tomármelo tan a pecho?
Hace unos días, mientras revisitaba una de mis series favoritas, Mad Men (súper recomendada si te interesa explorar los comportamientos humanos y sus razones, aunque a veces es mejor no buscar respuestas), hubo un momento que resonó en mí. Estaba viendo el episodio 13 de la temporada 2, titulado “Meditations in an Emergency”. En él, el protagonista, Don Draper, regresa a la oficina después de un largo viaje a California y se da cuenta de que su ausencia no había sido tan significativa como pensaba. Es en ese momento cuando reflexiona y dice:
Sumado a ese mismo tema, me pasaba mucho que cuando algo iba mal, se me hacia aburrido, largo o no podia encontrar una verdadera motivación para mantenerme en ello, pensaba en el futuro. En lo que iba a hacer más tarde, mañana o el fin de semana y si había algo bonito por lo cual ser feliz, cambiaba completamente mi actitud, no me daba cuenta que era capaz de decidir la manera en que hablaba o trataba a las demás personas solo con quererlo, nada mas eso. Pero, ¿y si no hay nada en mi vida que me de ilusión? Bueno …
El ser humano vive de ilusión, es verdad que todos queremos y buscamos algo sin importar la magnitud de ello. ¿O no? 👀
Esa premisa también es una sentencia, porque nos la repiten tanto en la niñez que conforme vamos creciendo nos presionamos por construir metas, que todo se vuelve superficial (y con superficial me refiero a que construimos metas con base al sueño colectivo familiar) decimos lo que la gente quiere escuchar, hacemos lo que ellos quieren que hagamos y no tenemos la libertad de pensar, tengo que estudiar, tengo que ser alguien en la vida, tengo que tener un buen trabajo, tengo que tener donde vivir.
¿Que pasa si no sé que vine a hacer a esta vida? ¿Acaso no puedo simplemente disfrutar del sol, de la noche o de un paseo por el parque sin preocuparme que pasará mañana?
Nos estresamos tanto por cosas que no deberían tomar energía, la cuál debería ser usada para las ocasiones donde algo si importa y si podemos controlar, ¿pero preocuparme por el clima como aquel chico de 15 años? No, para nada. Sino sabes en que eres bueno, sino sabes que hacer, que hacer o no hacer, no pasa nada. Y regresando al tema principal del cual hablaba, muchas veces la vida no me favorecerá con cosas bonitas las cuales pueda usar para tener una mejor actitud, no puedo depender de eso. En cambio, puedo usar lo que si tengo y muchas veces no me doy cuenta, el disfrutar una buena comida en la mesa, el hablar y expresarme, el tener un amigo en quien confiar, el tener a mi familia cerca, el tener dos manos para dibujar, dos piernas para correr, dos manos para sentir la lluvia que llego esta tarde y no ha parado por horas, pero que soy capaz de sentir y experimentar porque de alguna manra soy libre y puedo hacer eso, puedo decidir quedarme bajo la lluvia, no estoy encerrado en una celda o incapaz de moverme. En el momento en que empece a notar las cosas en el mundo, empecé a ser más feliz. Porque te aseguro que esa lluvia se ir+a en algún momento.
That’s life: Asi es la vida
Entonces, ya no permití que las cosas que no podía controlar decidieran mi actitud. Si nada sale como lo planeé, ni modo, así es la vida. No será siempre así; no siempre nos irá bien y no siempre nos irá mal. Lo importante es seguir adelante. Como siempre les digo a mis panas, sé que este discurso se parece bastante al típico “Never give up”, y es cierto, pero es porque todos entendemos el mismo concepto desde distintas perspectivas. A todos nos toca diferente, a la buena o a la mala. Pero la idea es la misma: no te tomes nada personal.
Al universo no le interesa si te está yendo fatal o si no ves la luz del día. El sol sale y se oculta sin importar lo que tú estés haciendo. Solo debería importarte a ti. Y si hoy no salió como lo esperabas, inténtalo mañana o en unos días. No pasa nada. Descansa un poco, te lo mereces, amigo. Estar aquí ya es un logro.
Por ejemplo, mucha gente que conozco tacha de cobardes a las personas que han intentado o decidido quitarse la vida. ¿Por qué? Dicen que nosotros no deberíamos decidir hasta dónde llegamos, pero no me vengan con el cuento de la iglesia o con el argumento de que “hay gente que quisiera vivir y no puede, así que debes aprovechar”. No va por ahí.
Tú decides qué hacer con tu vida. En mi caso, me quiero tanto que no podría hacerlo, pero no por eso voy a juzgar a quienes han tomado esa decisión. Para mí, las personas que deciden dejar de pelear, sufrir, luchar o vivir tienen todo el valor del mundo. Yo no me atrevería, pero ellos tuvieron sus razones. ¿Debería juzgarlos? Para nada.
Y esa frase viene de una canción que me encanta, se ha convertido en una regla de vida. Aquí te dejo la canción en ingles-español, por si aun no has sido afortunado de escuchar esta joya. Mientras más notes que no le interesas al mundo, que tu puedes decidir en muchos aspectos de tu vida, créeme, vas a sentirte más despierto y varias cosas dejarán de preocuparte.
